viernes, 31 de octubre de 2014

e-Learnig vs blended learning

e-Learning vs. blended learning: ¿Es prescindible que haya sesiones presenciales? ¿Puede una plataforma en red ofrecer suficiente nivel de interacción y contacto personal sin sesiones presenciales?  ¿Cuáles son las claves para el éxito de un proyecto de e-Learning?

Si definíamos el e-learning como "formación desarrollada a través de dispositivos digitales como ordenadores o dispositivos móviles con un propósito de apoyar el aprendizaje",  el nuevo concepto Blended learning da un paso más. Se presenta como una acción de formación mixta donde se combinan relaciones presenciales entre alumnos y docentes y situaciones virtuales que se ven complementadas con un trabajo mediante recursos electrónicos.


Quizás su aparicición se deba a la necesidad de suplir la falta de contacto directo que el puro e-learning no mantiene.  

Una plataforma en red bien diseñada ofrece todo tipo de aprendizaje desde la autoinstrucción, en especial con el visionado de videos y la lectura de la documentación, como aprendizaje colaborativo en especial a la  hora de realizar las distintas tareas que se piden. No hace mucho tuve la oportunidad de realizar un curso sobre Aprendizaje Basado en Proyectos. En él, tras las lecturas y puesta en práctica de lo constatado nos pedían que evaluaramos la tarea de otros compañeros y aquí surgieron algunas divergencias porque algunos no entendieron la finalidad de la misma que era no sólo comprobar cómo otro compañero había enfocado la actividad sino también dar un feedback donde añadiésemos posibles mejoras o comentarios de qué parte nos había gustado más. Era aquí donde estaba la esencia del aprendizaje colaborativo y no tanto en el envío de una cifra numérica. 

Los más detractores de este tipo de formación arguyen que el principal escollo a salvar es la falta de apoyo real entendiéndose que ante una posible duda que surja, el tutor tarda en resolverla por lo que el avance en el curso se ralentiza y así la motivación grupal, la que se produce por la existencia de un entorno aula-profesor-compañeros, se ve mermada por la necesidad, en algunas personas, de un contacto directo. Por eso creemos que uno de los principales requisitos para el éxito de un proyecto e-learning es la dinamización del mismo, un continuo feedback tutor-alumno, alumno-tutor que provoque reflexión, crítica y, en definitiva, evolución-renovación de ideas. Fundamental también resulta la evaluación final del proyecto, esa parte que a muchos nos parece un mero trámite pero que verdaderamente facilita que los proyectos e-learning mejoren para futuros alumnos. No obstante, un proyecto no tendrá éxito sino incluye los siguientes ingredientes: ser atractivo para el alumno al que va dirigido y al que se ha tenido en cuenta a la hora de su diseño y ser un proyecto innovador que aporte y cumpla con las expectativas generadas por parte del alumnado. En definitiva, una buena planificación y diseño del mimso que abarque elementos organizativos, pedagógicos y tecnológicos y que vienen muy bien recogidos en el siguiente enlace.

Quizás el futuro de la formación en general y en todos los niveles educativos resida en una modalidad mixta donde el docente ofrezca sesiones presenciales y luego se complementen con formación en línea en plataforma de teleformación o campo virtual y en la que los alumnos se continúen formando fuera de las sesiones ordinarias de clase si bien para ello debe cambiar mucho la aptitud y actitud de los docentes en cuanto a las nuevas tecnologías.

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