martes, 1 de julio de 2014

Aula de inmersión lingüística: por una integración efectiva y eficaz respetando la diversidad cultural.

Llama poderosamente la atención que al introducir en el buscador Google los términos de aula de inmersión lingüística nos direccione a la siguiente página como primer lugar http://web.educastur.princast.es/proyectos/acogida/index.php/medidas/aulas-de-inmersion y nos hablé de la existencia de seis aulas en Asturias y aquí, ciudad fronteriza, ninguna.
Pero, ¿qué es un aula de inmersión lingüística? Existen múltiples concepciones pero la más común es un aula donde los alumnos de habla no castellana están a cargo de un maestro/profesor cuyo mayor acometido es dotar al alumnado de la competencia lingüística básica en lengua castellana que le permita un mínimo de interacción social con la comunidad educativa. Por tanto, a los desconocedores de las mismas aclarar que no se trata de guetos escolares sino de constituir clases en la que los alumnos asisten durante unas horas de su jornada escolar y siempre simultaneándolo con la asistencia a sus centros de procedencia. Lo normal es que los responsables de las mismas se desplazen a los centros y allí atiendan a las necesidades de estos alumnos. La finalidad última de esta atención es trabajar con los alumnos un vocabulario básico de las áreas instrumentales que le permita acceder a las materias curriculares. En otras palabras, la creación de las mismas tiende un caracter perecedero y transitorio.
En Ceuta, con la última llegada de niños sirios y su incorporación a la vida escolar se ha realizado de una manera un tanto caótica. Para nada consideramos que se ha favorecido  las posibilidades de inclusión en la vida escolar con los medios que disponemos: aulas masificadas con alumnado de muy diversos niveles y con necesidades educativas especiales, sin la compensatoria que hasta hace poco hemos podido disfrutar y muchas veces con un profesorado que no sabe cómo atajar la situación y que lo hace de una manera intuitiva y sin una sólida formación con el continuo desasosiego e intranquilidad si las medidas tomadas son las correctas o no no sólo para integrar al alumno a la dinámica de clase y por tanto causarle la menor ansiedad posible en su incorporación a un mundo escolar que difiere en muchos casos enormemente del vivido o del que tiene un primer contacto en ese preciso instante.
Con todo ello no pretendemos que el profesorado no asuma los retos y responsabilidades que le toca al respecto pero que sí nos doten de recursos materiales (entendido como formación) y/o humanos (personas cualificadas en la enseñanza del español como segunda lengua) para atajar una situación que lejos de ser esporádica es cada vez más común en el mundo que nos toca vivir.
El siguiente enlace nos lleva a unas pautas u orientaciones para la acogida sociolingüística del alumnado inmigrante http://www.educastur.es/media/publicaciones/orientaciones_acogida.pdf

Si nuestro objetivo es facilitar la incorporación de los niños que vienen de otros países que presentan desconocimiento de la lengua vehicular de la enseñanza para que se sientan seguros y participen plenamente en la vida escolar debemos cambiar la forma de hacerlo hasta ahora. Se debe abordar la situación con un plan de acogida real y eficaz. Lo ideal sería uno o dos docentes, según las necesidades del momento, itinerantes por los centros de acogida que pudieran reforzar y orientar al tutor. Para ello deberíamos contar con expertos en la materia y no meros números de lista de interinos para cubrir una vacante. Se debería partir de una evaluación inicial para determinar la competencia curricular y sociolingüística del alumno. En esto nos llevan años luz los asturianos, un enlance muy completo e interesante sobre lo mismo lo encontramos en http://web.educastur.princast.es/proyectos/acogida/index.php/2012-12-05-12-53-12/evaluacion-inicial.

La descrita es una solución encaminada a suprimir las barreras de aprendizaje con la que nos enfrentamos en la situación actual.

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